Will It Blend
Hace casi dos décadas el Internet era un lugar lleno de alegría y curiosidad mezclado con conspiraciones y crímenes digitales. A nivel técnico eran una serie de tubos y unos ingenieros se hicieron la pregunta: ¿y si cada uno tuviera su propio tubo? Yo tendría mi tubo y tú… tu tubo. Así nació youtube, tutubo.
Uno de los videos más cautivadores que a día de hoy aún me persigue es un informecial de un carajo metiendo un iPhone en una licuadora. Ese carajo era Tom Dickson (Tomás Hijodewebo para los que no saben inglés) fundador de Blendtec, una empresa de licuadoras que promete una experiencia superior al licuar.
Tom lleva haciendo licuadoras desde que estoy vivo. Toda el tiempo que ha transcurrido desde el inicio de mi existencia Tom lo ha usado para optimizar la mejor licuadora posible. Mientras yo aprendía a caminar, hablar, crecer, conocía el primer amor, el primer desamor, aprendía a programar, perdía a mi padre, conocía a mis amigos, terminaba The Witcher 3, levantaba 100kg en press banca, Tom lo dedicaba a licuar vainas.
Pocos lo saben, pero uno de mis primeros recuerdos fue un bofetón de mi abuela. Recuerdo estar en una bomba de gasolina en Las Mercedes y también recuerdo el logo de la difunta Maraven. También en mis memorias aún está grabado el dulce olor del combustible lleno de plomo. Le dije a mi abuela “cuando sea grande quiero ser bombero en una bomba de gasolina” y señalé a uno de los empleados de la bomba que estoy seguro ni de vaina sobrevivió la crisis económica del 2017 de haber llegado a ella. Mi abuela me dio un coñazo. Nada muy traumático pero lo suficientemente severo como para tumbarme la idea de la cabeza, pero el aroma de la gasolina seguía en mi lengua.
En el proceso de conseguir una vocación profesional una de mis tentaciones fue estudiar ingeniería petrolera, los vapores de la gasolina me llamaban como la máscara del duende verde en Spiderman. Hubiera sido mi primera opción de no ser por el chavismo enterrando sus garras en PDVSA para exprimirla y convertirla en una herramienta de propaganda y caja chica para enriquecer a miles de corruptos. Mi camino sería otro, el de las computadoras.
Aún recuerdo ese día en sala de lectura de Computación de la Universidad Simón Bolívar que saltó un thumbnail en mi pantalla: Will it Blend? - iPhone. ¿Podría? Claro que podría, sino no existiría el video. Encongí mis hombros y acerqué mi laptop hacía mi pecho. Le di play. Tom presentó un teléfono que solo podría pagar vendiendo el carro de la casa y aún con la pantalla encendida y desbloqueado lo metió en la WildSide.
El iPhone se convirtió en una nube de obsidiana, un negro tan oscuro que de concentrar tu mirada fijamente dejarías de ver la ausencia de color y percibirías la presencia de algo más profundo: tu propia alma.
Pero en el 1:08 del video una nueva fantasía envenenaría mi mente y me perseguiría por el resto de mi vida. Una voz me susurró al oído, “Cristian, tienes que aspirar los vapores prohibidos del iPhone”.
Al mejor estilo americano, Tom licuaría múltiples dispositivos a lo largo de los años pero nunca volvería a alcanzar la simplicidad de ese primer iPhone. Su magnus opus sería sin dudas licuar el iPad, un dispositivo que ni siquiera cabía en la licuadora. Como dijo Simón Bolívar “si la naturaleza se opone, lucharemos contra ella y haremos que nos obedezca”. Pocos hombres tendrían la convicción y valentía de destruir un dispositivo de lujo como un iPad solo para aspirar microplásticos y metales. Tom lo hace sin un atisbo de duda porque sabe que esa máquina de desinformación y slop no nos acerca a la verdad a menos que sea triturada por una licuadora.
Era mi trabajo soñado. Tom pudo expresar con su licuadora mis más profundos deseos. Ese hombre había perseguido mi fantasía más escondida e inventado una carrera donde millones de personas alrededor del mundo sintonizaban para verlo aspirar vapores venenosos.
Pero los sueños tienen un precio. Reportes sobre la salud mental de Tom comenzarían a aparecer en múltiples foros de licuadoras que dibujaban una crónica muy distinta al carisma de Tom en su canal. Se sentía cada vez más nublado y errático. Le resultaba difícil hilvanar una palabra tras otra. Una torpeza como si su lengua fuera las hojillas del producto que llevaba décadas diseñando y vendiendo.
Su esposa se había abierto una cuenta de reddit para aconsejar a amas de casa cómo usar sus licuadoras y de un momento a otro pasó a frecuentar cada vez más subreddits de esquizofrenia y salud mental donde preguntaba maneras de detectar signos tempranos de enfermedades degenerativas. Hablaba de un amigo que “decía ver la verdad en la dulce niebla de silicio”. Ese amigo veía patrones donde no los había y conseguía asociar ideas que no tenían nada que ver con completa convicción. Luego la cuenta volvió a postear en foros de licuadoras si era normal que los batidos de fruta tuvieran un ligero sabor a llave. Eventualmente comenzó a postear en subreddits de conspiraciones sobre el 6 de enero y otros tópicos controversiales como en un subreddit de chemtrails donde preguntó si alguien sabía dónde conseguir teóricos puntos de abastecimiento de los aviones que distribuían dichos químicos. Poco después, silencio absoluto.
La semana pasada Tom fue internado en un manicomio. Los detalles son muy difusos pero mi grupo de entusiastas de las licuadoras pudieron conseguir reportes de la policía de un hombre de unos 60 años que habría dejado sin luz a toda su urbanización al robarse unos convertidores de voltaje de una planta eléctrica. Se encuentra detenido en observación psiquiatrica mientras investigaciones tratan de comprender un posible plan de envenenar el agua en la ciudad con lo que él llama “el dulce suero de la verdad”.
¿Qué revelación tan punzante y necesaria le habrá hecho ver los vapores perdidos a Tom que sintió la necesidad de compartirla con nosotros sin nuestro consentimiento? Tal vez la pregunta que Tom quería responder, will it blend? no tenía que ver con un iPhone sino con nuestra realidad, nuestros deseos. Tal vez nunca lo sabremos, pero estoy seguro que Tom consiguió la respuesta y dejó todas las pistas para acompañarlo a destapar la verdad licuada dentro de la Designer 650.
Si dejo de responder mensajes no se preocupen, I blended it.
Disclaimer: esto es una entrada con cierto contenido de ficción que busca entretener más que informar. Algunos eventos narrados no ocurrieron de la misma manera que fueron expuestos o son producto de mi imaginación. Dejo al lector el ejercicio de distinguir la cuál es cuál.
Una Bulla
Gracias por el apoyo a: Andrea, Ciro, Carlos, Cesar, Daniel, Daniel P, Elena, Elias, Gabo, Guillermo, Hugo, Isni, Jose, Jose Javier, Juan, Lino, Luismi, Malbanyat, Melecio, Nacho, Paolo, Ricardo, Shirley, Athenea, Ina y Moi.
Si quieres salir en esta lista, puedes apoyarme monetariamente en Patreon o hacer upgrade de tu suscripción en Substack. El dinero lo utilizo para comprar pão de queijo, juegos de Steam y creatina.






Buen storytelling aquí, panita. Me robaré la historia de Tom para propósito propios (no sé bien a donde me lleve, tampoco jaja)
Me dió miedo, menos mal que solo huelo los humos de la Steam Deck. Gaben nunca alteraría mi realidad, lqm