Una de las maravillas de Internet es que somos capaces de descubrir gente como nosotros y sentirnos menos solitarios en este punto azul que flota en el vacío del espacio. Encontramos personas que piensan igual, se hacen las mismas preguntas y llegan a las mismas conclusiones que no compartimos en público porque no queremos que nos tilden de locos.
A lo largo de mi vida y desde mi infancia he sido irrevocablemente convencido que soy una ladilla y hasta hace 6 días pensaba que era de las pocas personas que de verdad se lo creía con la misma sutileza que Derek. De hecho, nunca le he dicho a nadie que me siento de esta manera y la primera vez que lo hago será a más de mil desconocidos en este post.
Les voy a echar una historia. Mis padres se divorciaron cuando yo tenía 7 años y cada 2 fines de semana me tenía que ir 2 días con mi papá. Yo no lo disfrutaba, él era un alcohólico y cualquier plan en el que él no pudiera beber aguardiente y/o cerveza mientras me cuidaba no estaba en el menú. Nunca me llevó a un museo, a un parque o a un circo. Así que lo más común que él hacía era llevarme para la playa y olvidarse de ponerme protector solar. Yo volvía insolado y deshidratado luego de pasar 10 horas en alguna cala de La Guaira. Mi mamá me regañaba a mí, a él y yo me convertía en un mapa del tesoro mientras cambiaba de piel. Rinse and repeat cada 15 días.
Hubo un día que fuimos a la playa con una amiga de él que me imagino estaba tratando de cuadrarse. Luego de pasar el día en la playa en el camino de vuelta ellos iban hablando de la vida y yo estaba en la parte atrás de esa Cherokee roja del 92’ y le dijo con mucha ligereza que él solo me cuidaba 2 fines de semana al mes y lo hacía más que todo para ladillar a mi familia porque sabía que les daba arrechera que yo pasara tiempo lejos de ellos. Esto no creo que lo dijo pensando que yo estaba dormido, o no parando bola. Simplemente lo dijo y le sabía a culo si lo escuchaba o no.
A día de hoy tengo 38 años y no tengo hijos pero estoy claro que nunca se me ocurriría hacer una vaina así. Primero porque no es algo que le diría a una mujer para seducirla, ¿qué clase de mujer le parecería aceptable ese comportamiento? Y segundo, porque el chamo va a creerselo y va a alterar el rumbo de su vida sin saberlo. Soy muchas cosas, pero no soy mi padre.
Siempre fui bueno en la escuela y los estudios. Era de lo poco que tenía. No hacía deporte, era muy inseguro y casi no salía de la casa. Tener razón era la única aprobación que recibía de mi familia que se la pasaba peleando. Un patrón común en mi infancia era ponerme a llorar cuando mis padres peleaban y el foco de la pelea convertirse en cuál de los dos me hizo llorar y eventualmente formarme un peo a mí por llorar. A día de hoy se me hace insoportable llorar enfrente de otro ser humano. La única paz que he tenido a lo largo ancho de mi existencia es cuando no me equivoco en una prueba de conocimiento. El resultado de esto es que es una ladilla discutir conmigo porque mi supervivencia siempre ha girado alrededor de tener razón y no mostrar mis sentimientos. En ser insoportable, vamos.
Desde hace años que he tratado de cambiar muchas cosas en mi vida y soy firme creyente que la gente cambia. Lo que es casi imposible es cambiar lo que los demás piensan de ti. Está fuera de nuestro control, al menos hasta que saquen un Neuralink™ que si pagas una mensualidad le caes bien a todo el mundo.
La razón por la que cuento esa traumática historia sobre mi padre es para compartir mi aprendizaje: que cuando las personas que quieres te odian no los odias de vuelta, aprendes a odiarte. Yo hoy en día me siento muy cómodo yéndome temprano de los sitios, visitando pocos días, apareciéndome solo para ayudar, repitiéndome poco y la expresión en inglés que más se ajusta a lo que siento es que trato de no outstay my welcome. Si a tu padre le da ladilla pasar tiempo contigo, obviamente le va a dar ladilla al resto del universo. Es algo que internalizas y es un escepticismo que me acompaña. Si esta persona quiere pasar tiempo conmigo, es claramente porque no me conoce.
Fue importante aprender que es así como me siento porque en el pasado trataba de llamar más la atención, siempre tener un cuento y siempre tener un chiste. Sentía que el cariño era algo que uno se ganaba y no que se recibe. Intentaba ser más de lo que era, ser lo que otras personas esperan de mí. Irónicamente, esto sí que era agotador para todos los involucrados.
Por muchos años me preguntaba por qué el recuerdo de mi padre diciendo que yo le daba ladilla no me hace llorar, no me llena de ira y no me frustra como individuo. A día de hoy tengo la respuesta: es porque yo creo que tiene razón. Tal vez ese es un sentimiento que me acompañará por siempre pero no es responsabilidad de los demás.
Hay muchas cosas que uno puede cambiar. Claro que hay que tener cuidado de no rebajar el mínimo de respeto que exigimos, nuestros principios y el valor que nos damos a nosotros mismos. También hay cosas difíciles de cambiar y con las que tenemos que aprender a vivir porque son el producto de la genética y lesiones; físicas o mentales.
Por ejemplo, si el día de mañana me hacen una colostomía y me toca andar por el mundo con una bolsa llena de mierda yo haré lo posible para que los demás no la vean. Puede que la enseñe uno que otro día en el metro para ganarme una platica pero si estamos comiendo un pollito de KFC no voy a poner la bolsa en la mesa. Y así se siente ir por la vida con ciertos traumas. Les juro que este post no lo escribí llorando, no estoy triste y no es una herida abierta. Es como tener una bolsa de mierda que tienes que llevar a todos lados contigo a donde sea que vas. Hay gente que lleva su bolsa como un tote bag, otros que la arrastran sin darse cuenta y unos que nos damos cuenta y la metemos en el koala junto al Steam Deck.
Igual que con una colostomía, es importante tener la ayuda profesional correcta. Sé que este es el tipo de cosas que la gente trata en terapia pero es considerablemente más económico jugar Doom Eternal en una PC. En Steam se puede conseguir por algo así como diez dólares en descuento cuando hay rebajas.
De verdad, un juegazo. Una evolución de la serie en cuanto a traversal, ammo economy y la variedad de mapas. Si acaso el único punto flojo es la historia y que no guarda continuidad con el Doom del 2016.
Una Bulla
Gracias por el apoyo a: Carlos, Malbanyat, Ciro, Daniel, Daniel C., Daniel P., Elena, Elias, Fabian, Guillermo, Hugo, Isni, Jose, Jose Javier, Juan, Lino, Melecio, Nacho, Moi, Nei, Paolo, Ricardo y Rodrigo.
La mayoría de mis recuerdos más nítidos son de las veces que he sido insufrible. Son peores que las veces en las he cagado por distraído porque, al ser insoportable, la he cagado deliberadamente siendo yo mismo, en pleno uso de mis capacidades.
Una de las cosas que tiene migrar a un lugar donde no gozas de la memoria de los amigos, es que nadie me recuerda las veces en las que no la cagué. Todas esas veces en las que NO fui insufrible y a la vez fui yo.
Pero mi papá nunca me dijo en voz alta que le daba ladilla estar conmigo. Me quito el sombrero. Gracias por haber sobrevivido.
Buen escrito. Tener awareness de cómo actúas y porqué, es algo respetable :)