Leyendo A City on Mars descubrí que parte de la historia de cómo los humanos llegaremos a las estrellas es la historia de la publicidad y que definitivamente por la plata vuela el mono hasta hasta salir de órbita.
1990
Hasta los 90s la carrera espacial era mayormente una carrera militar pagada con los impuestos de los contribuyentes y una que otra locurita producto del imperialismo americano o soviético. Irónicamente los primeros en cobrar por llevar tu marca al infinito fueron los rusos durante su era de mamando y loco posterior a la caída del Muro de Berlín. Toyohiro Akiyama fue el primer astronauta japonés y se una semana patrocinado por el Tokyo Broadcasting System por ~$30M.
El Soyuz TM-11 tenía menos poder de cómputo que un PS5 y más anuncios que un video de Youtube visto desde la cuenta de un estudiante de filosofía mientras se come un maruchan.
1996
Imagina que vas al espacio, estás en medio de una caminata espacial a las 5:20am para conectar un panel solar y te provoca una coquita fría. Te jodes, porque lo que vas a tener es una Pepsi inflable de 1,2mts.
Costó millón de dólares para tomar dos fotos de un piazo e’ mierda que la radiación seguramente iba a decolorar en minutos.
2000
En el 2000 pizza hut mandó “una orden" en un cohete que también les costó un millón de dólares. Esta historia me da una arrechera irracional porque simplemente no es verdad. Si la empresa que hace la pizza paga un millón de dólares por enviarla entonces no es una orden normal, al menos la tendría que haber pagado la NASA. Por lo que he leído los astronautas ni siquiera decidieron las pizzas que querían o los ingredientes. Yuri Usachov abrió el paquete, se cortó un pedazo y nawebonada esa vaina se veía SUPER MID ¿Qué clase de orden de mierda es esa, vale?
Como pedir una pizza no es muy eficiente, los astronautas de la ISS a veces arman su corito sano y se hacen unas pizzas con pan de pita.
Escribiendo esto me provocó juntarme con mis amigos, comprar masita de pizza preparada de Mercadona, los toppings y hacernos nuestras propias pizzas. Seguro quedan mejor porque tenemos condiciones a nuestro favor como un Mercadona cerca, gravedad e índices de radiación tolerables.
2018
Y para terminar está el Roadster que Melomama Musk mandó al espacio en 2018.
Es la publicidad perfecta porque sus carros no se pueden estrellar ni prender en fuego en el espacio. Pueden ver su trayectoria en tiempo real. Al momento de escribir este post el Roadster está por acá:
La idea de “poner un carro en el espacio” es rara y caprichosa. En 300 o 500 años la gente va a tener que interpretar este evento y preguntarse si los humanos poníamos carros en todos lados como una especie de prueba de capacidad, y tal vez compararlo con llevar caballos en los barcos de conquistadores que atravesaron el Atlántico para colonizar el continente americano.
Hoy
A día de hoy la carrera espacial es una medidera de pitos y billonarios subnormales que hacen cosas como interrumpir un hermoso discurso con una lluvia de champaña.
Explorar el espacio y apuntar por las estrellas es una misión digna de nuestra especie, pero si el precio es la desigualdad y la recompensa es saciar la ambición y frivolidad de los individuos más ricos de la historia, es un desperdicio.
Y es un desperdicio porque el espacio es hostil, y francamente no hay mucho allá afuera. Si Elon Musk o Bezos quiere colonizar Marte, bien por ellos, pero es un poco irónico y narcisista que sus más grandes sueños involucran a una humanidad que aún no ha nacido mientras se aprovechan de subvenciones de gobiernos a los que pagan una mierda de impuestos y en el caso de Bezos tienen a sus empleados meando en botellas como si fueran astronautas en una estación espacial; solo que en realidad están en un almacén de Amazon ligando que no los boten para no terminar en la calle inyectándose tranquilizante de caballo.
No quiero terminar en una nota negativa. Es admirable que alguien como Musk sea el dueño de tres mil satélites que orbitan la tierra, alrededor de un tercio del total. A nivel de especie es cuestionable qué tan eficiente que alguien que se especula es adicto a la ketamina tenga tanto poder, pero a nivel individual son muchos más satélites de los que yo o tú hemos lanzado. El potencial de Starlink de ofrecer Internet a toda la humanidad en la superficie terrestre es un sueño. Para dar un poco de perspectiva, los 31 satélites GPS que hay en órbita son otro sueño que se hizo realidad y permite ofrecer a cualquier ser humano la capacidad de navegar todo el planeta.
Durante toda esta carrera espacial hemos podido ver hacia afuera, hacia las estrellas. Y lo que hemos descubierto mientras más nos enfocamos en el infinito y más exploramos cada esquina del vacío es que todo lo que tenemos está aquí, en este pale blue dot.
Una Bulla
Gracias por el apoyo a: Juan, Daniel, Moisés, Ricardo, Paolo, Jose, Elias, Carlos, Elena, malbanyat, Ro, Guillermo, Daniel, Isni y Luismi. lqm. 🙏
Que mala pinta la pizza de Pizza Hut, si parece un aborto de quiche. Aun así me la comería.