¿Por qué no soy un yihadista?

(más allá de que es ilegal, claramente)

Hace unas semanas vi un video de unos 4 civiles en gaza que les cae un misil mientras están caminando por la calle y dije "qué cagada que te pase eso".

Para mi sorpresa el video no terminaba ahí, dos de los tipos sobreviven y pensé "coño, qué suerte salir vivo luego que te caiga un misil", y entonces cayó un 2do misil. Pensé "qué bolas ser el 4to carajo y haber sobrevivido 2 misiles. Cuando vi el tercer misil caer finalmente reflexioné "yo no soy experto en misiles, pero si sobrevives 2 misiles qué cagada que te caiga un tercero".

Como millones, esas imágenes me indignaron, me puse a pensar cómo eso puede radicalizar a alguien, ¿qué tal si esos fueran tus amigos? tus primos, o tú yendo a jugar padel. ¿Me volvería un yihadista?

Sam Harris habla de cómo la existencia de la promesa del paraíso y las 72 vírgenes es una historia poderosa y tóxica que le ofrece carta blanca a los extremistas para salir a matar o incluso matarse llevándose la mayor cantidad de gente posible. Lo hemos visto alrededor del mundo. El 11 de septiembre, ataques suicidas, camionetas que arrollan a docenas de personas, ataques con cuchillos, campañas de guerra urbana, guerras civiles, hay una cantidad considerable de gente que cree que si se matan van al paraíso y van a haber 72 vírgenes esperándolos.

Pero al final del día, y dejando de lado lo que puedas opinar al respecto de estas atrocidades, es una historia. Yo he escuchado esa historia, tú has escuchado esa historia y ni tú ni yo somos yihadistas. Llevo toda mi vida escuchando que si te enfrentas a los demonios de occidente y te mueres en el intento, vas a literalmente al paraíso. Esa historia no me la creo. Entonces tiene que haber algo más, no es solo la historia. No es solo la propaganda. Tienen que haber condiciones que hagan que yo me crea esa historia.

He visto imágenes horribles donde mis compatriotas y amigos que han sido arrollados por tanques, empujados al Guaire y abusados por fuerzas militares mucho más poderosas, sin embargo nunca agarré un rifle y sacrifiqué mi vida por una causa mayor, aun cuando Oscar Perez literalmente dedicó sus últimas palabras a llamar a la insurrección armada. Estoy seguro que de querer comulgar una lucha armada por la democracia con mi formación católica podría haberlo hecho y garantizar con escrituras que me llevaría al paraíso. No me termino de creer esas historias, entonces ¿qué historias me creo?

Mucha gente dice que los estadounidenses no tienen cultura, que son un monstruo corporativo. Lo que no saben es que no solo tienen cultura, sino que está tan filtrada en nuestra sociedad que la dan por sentado. ¿Dónde nació Superman? ¿Dónde vive Batman? Dónde se inventó la cocacola. ¿Quién hace las películas que vas a ver al cine? USA produce todas las historias modernas desde Hollywood y básicamente son los creadores del lenguaje cinematográfico. Me voy a una de mis historias favoritas que representan una suerte de yihadismo, de paraíso. Hablemos de Matrix.

Para convertirte en un guerrero de tu fe tienes que sacrificar tu vida, y eso es fácil si tu vida es una mierda, como lo era la de Neo que tenía un trabajo de oficina y se acostaba tarde navegando por internet. Difícil no sentirse identificado.

En un primer llamado de la película, Neo se está escapando por los ventanales de un rascacielos y decide no pegar un brinco por miedo a matarse, como buen camino del héroe él rechaza ese primer llamado. 

Igual que yo lo haría. Si me llegara un teléfono en un sobre prometiéndome la verdad ¿lo atendería? No lo creo. En un 2do llamado si viene un carajo y me dice que me tome una pastilla para borrar este mundo que es una maldita mentira y despertarme, ¿me la tomaría? Ni de verga.

Otra de mis películas favoritas es Kingdom of Heaven. Orlando Bloom es un herrero que se lanza a Jerusalem a pelear en las cruzadas junto a Edward Norton que está dripped out of his mind.

Lo que lo lleva a Legolas a esta guerra santa es que su esposa se suicida al haber tenido una pérdida y mata a su hermano cuando se entera que mandó a decapitar su cuerpo antes del entierro. Qué hijo de puta, ah. Vaya hermano de mierda, ¿no? Orlando vuelve de la guerra casado, con títulos y riquezas y se consigue con la placa que tenía en su taller que dice "what man is a man who does not make the world better?" El mensaje de la película. Pero y ¿si alguien me tratara de convencer que el mensaje es otro? Que el mensaje es que hay que librar una guerra santa contra el medio oriente para expandir el reino de los cielos y debería inscribirme en el ejército de los Estados Unidos. Definitivamente está ahí a plena vista, pero yo me quedo con la plaquita de nevera que dice “haz el bien y no mires a quien xoxo”.

Hay muchas historias que creemos. Nos creemos que merecemos amor, creemos que cuando el semáforo está en rojo es peligroso cruzar, hay gente que cree en fantasmas, aliens, que el azúcar es malo y que hay que dormir 8 horas.

En última medida creemos lo que nos conviene. Sinceramente o no. En el 2018 hubo una historia que me creí. Era Jordan Peterson diciendo que las langostas más exitosas eran las que más sacaban pecho porque al sacar pecho producían una hormona que las hacían más valientes y más fuertes y que eventualmente mientras más pecho sacaban más territorio dominaban y más grande se volvían, esa hormona es la serotonina, que casualmente nosotros podemos producir. Sé que hoy en día nadie espera mucha cordura de Jordan Peterson pero me gusta pensar que el Jordan de ese entonces era distinto al de hoy en día que estuvo en coma inducido en Rusia, vuelto loco por los culture wars y que no se vestía con estos trajes de mierda.

Imposible tomarse en serio a este carajo.

El punto es que yo decidí creer esa historia porque la necesitaba. Necesitaba creer que si tenía mejor postura, si arreglaba mi cuarto y si trabajaba en mi presencia, iba a mejorar. No los voy a ladillar con detalles, pero la historia es paja. Ningún biólogo moderno atribuiría ningún valor a ese argumento, las langostas simplemente no funcionan así, es casi una fábula como la de tío tortuga y tío conejo.

Muchos libros de auto ayuda no son verdaderamente buenos, solo nos refuerzan lo que ya sabemos que tenemos que hacer y lo que necesitamos. Tú sabes que tienes que contar calorías para perder peso, no necesitas que Marie Kondo te diga cómo arreglar tus gavetas ni que Jordan Peterson te diga que tener 10 botellas de miao en tu cuarto es malo. Pero nos hace falta esa historia.

De vuelta al yihadismo, la idea de explotarte e ir al paraíso es maravillosa porque si tu vida es una maldita mierda y estás lleno de odio contra tus enemigos claro que te lo vas a creer. No tienes ningún lugar mejor al que ir que al paraíso y encima te vas a llevar contigo a un montón de gente que odias, win-win. ¿Cuál es la alternativa? ¿Que tienes que aceptar que si vas caminando por la calle con tus panas te pueden caer 3 misiles consecutivos y evaporate en una niebla escarlata?

Vale acotar que no estoy haciendo un juicio moral al respecto. NADIE se considera el villano. No que no lo sean, no que no hagan daño, pero no se creen los malos del cuento. Y si bien hay yihadistas en medio oriente, ¿hay yihadistas en Occidente? Qué historias de mierda nos creemos que nos lleva a cometer actos horribles. Casualmente ayer Andrew Callahan sacó un video de los Kia boys, 100% recomendado.

Unos malandros que roban carros Kia con un defecto de fábrica por 100 dólares y para subirlo en Instagram por likes. Hace poco hizo uno sobre la crisis de fentanilo y él llega a la conclusión que todos estos criminales de mierda hacen esto por las razones más estúpidas y deprimentes posibles: comprar ropa y carros de marca. Es un propósito vacío como el perseguir un paraíso con 72 vírgenes. No estoy comparando el daño que pueden hacer unos carajitos robando unos Kia con el terror que puede causar una guerrilla militar religioso fundamentalista, pero sí el resultado de darle a unos jóvenes una vida de mierda y un sistema de valores decadente.

Hay una última historia muy peligrosa que nos creemos y es que esos misiles siempre que caen se llevan consigo a gente que se interpone con el progreso de la humanidad. ¿Cuántos misiles cayeron para que se aprobara el matrimonio igualitario en España? ¿cuántos misiles para que las mujeres pudieran abrir una cuenta de banco sin sus esposos? o ¿cuántos misiles para poder viajar dentro de la unión europea con DNI? ¿Cuántos misiles para que dos personas de razas distintas puedan vivir juntas? ¿Cuántos misiles terminaron el apartheid en Sudáfrica? ¿Cuántos misiles para detener The Troubles en Irlanda? O los derechos civiles en USA. La parte irónica de justificar bombardear países teocráticos es que muchas veces son los partidos más conservadores los que dicen que eso es lo que hay que hacer y alardean de cómo en Occidente somos más avanzados y no lanzamos homosexuales de azoteas como si ellos no hubieran votado en contra de absolutamente cualquier legislación progresista que les prohibe hacerlo. Si tenemos libertades en España, no es precisamente porque el PP las redactó.

He hablado mucho y espero que esto no se haya leído como una apología a la violencia, sino una guía para entender que lo que decidimos creer no tiene tanto que ver con la calidad de la historia sino con nuestro entorno y nuestras necesidades. En la medida que cambie el mundo, cambiarán las historias. Estos son los créditos de Rambo III, una película de 1988.

La historia más peligrosa que todos parecemos creernos es que la ÚNICA salida es matarnos, aunque claramente no lo sea.

Una Bulla

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