Yo no nací siendo un sujeto irónico incapaz de vivir la realidad sin analizarla. Sin duda hubo momentos donde empecé a cuestionar el mundo que me rodeaba y en retrospectiva me arrepiento de no haber internalizado antes lo bananas que era vivir en Latinoamérica.
La época que estaba terminando bachillerato y empezando la universidad algunos amigos estaba llevando cuadernos con estas portadas a las clases:
Y si querías más, la parte de atrás del cuaderno te mostraba toda la colección que te estás perdiendo. Por supuesto tenía amigos que tenían uno para cada materia.
Vamos a ver esto de 2 ángulos, el primero del estudiante hypersexualizado y luego el de Ana Sofía Henao, la modelo que sale en la portada y al día de hoy tiene 41 años y tendría unos ~18 cuando esas fotos.
En el primer día del penúltimo año de colegio, mi amigo Juan Elio sacó de su bolso un cuaderno con Ana Sofía en la portada, no me di cuenta sino hasta la mitad de la clase. Le dije “pa’ ve”, y me pasó el cuaderno. Estuve un sólido minuto viendo a esta chama que SIN DUDA era la mujer más hermosa que jamás había visto en mi vida. La profesora siguió dictando y Juan eventualmente me quitó el cuaderno de las manos de un coñazo.
No sé qué es lo que debe ir en la portada de un cuaderno, pero es un buen espacio para reflejar tu personalidad. Está bien que despierte un sentimiento y que también lo asocies a primera vista para sacarlo del bolso sin tener que revisar las notas. Dicho eso, hear me out, creo que es contraproducente poner una mujer en bikini en la portada.
Hay un fino balance hormonal cuando somos adolescentes que es fácilmente alterado por la presencia femenina, más aún cuando es una presencia auténticamente inalcanzable. Si estás todo el día viendo a Ana Sofía, van a pasar muchas cosas. La primera es la satisfacción inmediata de tener a simple vista el objeto de tu deseo. Una vez leí a un hombre mayor que antes había que trabajar duro si quería ver un culo. Hoy en día es tan fácil como googlear “culo”, es verdad. Hoy hay que LUCHAR para no ver un culo, lo ves de forma inesperada y contra tu voluntad porque un trend en tiktok de alguien depilándose el ano con Veet se hace viral y tu pana Daniel lo comparte en el grupo para que lo revises accidentalmente en la oficina y te boten. No, no voy a poner link del video, aunque debo confesar que fue muy didáctico y lo pasé a otros 2 grupos pa’ jodé, gege.
Lo otro es que la realidad nunca va a poder competir con esta fantasía de atletismo y exhibicionismo que es esta portada. Hay todo un tema con los estándares de belleza del que mucha gente sabe más que yo, pero tal vez al fomentar la fijación de tu hijo en una belleza tan específica haga que no consiga conectar con mujeres con otros cuerpos o estilos, incluso lo aleje de explorar más allá su sexualidad y lo frustre. Creo que el camino para descubrir si eres un chubby chaser es un camino que hay que caminar sin la ayuda de tus padres.
Lo otro es cuando tú compraste el cuaderno, cosa que definitivamente ocurría en la universidad. Los tiempos han cambiado y seguro ya hay menos cuadernos pero no porque hay menos queso sino que hay más computadoras. Nunca olvidaré una clase de matemática que un estudiante había FORRADO su cuaderno con fotos de un calendario de las Chicas Polar. Este pana estaba all-in, full tilt quesuo haciendo manualidades para tener estímulos sexuales a lo largo del día incluso durante la actividad académica.
Queridos lectores, no se hagan tanto la paja. Lo digo en serio. Sé que hay estudios, sé que dicen que no es TAN malo, pero hay algo verdaderamente dramático y estoico en dejar florecer el deseo y saber controlarlo. Lo que algunos llaman post-nut clarity no es sino cobardía. Plastificar estímulos sexuales a lo largo de tu día para reemplazar la conexión humana no digo que vaya a joder tu sistema nervioso pero solo va a ofrecerte una vida aburrida privada de pasión real.
¿Qué debería haber en la portada de los cuadernos? Un espacio reservado para lo verdaderamente inalcanzable.
Ahora hablemos de Ana Sofía
Esto lo subió ella en 2019 a Instagram:
El “la sensación más rara del mundo” asumo es una metáfora para decir “me revolvía el estómago saber que este viejo pajizo me tenía en una portada en ropa interior mientras estaba en una situación de poder”. Uno se expone muchísimo al perseguir una carrera como modelo de trajes de baño, física y mentalmente. Mentalmente porque vas a sexualizarte y comercializar tu apariencia lo que te podría llevar a cosechar muchas inseguridades, físicamente porque se te ve el culo.
Creo que hace falta cierta madurez para afrontar este tipo de fama, y muchas veces chamas de 18 o 20 años no la van a tener. Ella misma dice que se operó los senos por presión y la siguiente década de su vida estuvo llena de migrañas, dolores de espalda, deficiencia inmunológica por los implantes. Todas estas convalecencias desaparecieron cuando se los quitó.
Unas migrañas aterradoras, infecciones urinarias, alergias, intolerancia a los alimentos, a cremas o a sustancias que antes no era alérgica, dolores de espalda, fatiga crónica, ansiedad, uno que otro ataques de pánico, visión borrosa, uñas quebradizas, dificultad para respirar, alegrías y brotes por todo mi cuerpo, en especial en el cuello, la cara, en los labios, unos sarpullidos en mis piernas, inflamaciones en el pecho y empecé a normalizarlos.
— Ana Sofía.
Por más raro que suene, yo sí creo que la mayoría de las mujeres se ponen implantes más por otras mujeres que por los deseos de los hombres. Yo veo a esta mujer y lo único que se me ocurre pedirle es matrimonio, no que se opere.
Si bien nunca fui el tipo de estudiante que se compraría uno de esos cuadernos, podía entender perfectamente por qué alguien en su adolescencia pondría a una mujer hermosa en el lugar más aburrido que te puedas imaginar como lo es un cuaderno de apuntes de Premilitar o Cátedra Bolivariana. Es la misma razón por la que los mecánicos tienen calendarios de mujeres en ropa interior. Es un escape, por pequeño que sea, como la postal que tiene el personaje de Jamie Foxx en Collateral.
Not gonna lie, los cuadernos eran arrechísimos. No solo tenían a una mujer hermosa en la portada sino que eran de buena calidad. Nunca tuve uno, pero sería hipócrita decir que las fotos no eran absurdamente sexys y super bonk! por más tóxico que pudiera haber sido. Es raro, y debe haber mucha filosofía al respecto de cómo conviven la sexualidad, el capitalismo, el deseo y la moral, pero ya escribí demasiado y no me voy a poner a investigarlo.
No llevaría uno de esos cuadernos de mi adolescencia al trabajo, pero si tuviera que tener una portada de Ana Sofía Henao que refleje mis deseos más humanos creo que hoy por hoy sería esta foto:
Les presento la colección de cuadernos de Ana Sofía Henao para treintañeros 2023:
PD: yo en corto haciendo ese montaje.
Una Bulla
Gracias por el apoyo a: Daniel, Ricardo, Paolo, Jose, Elias, Carlos, Elena, Rodrigo, Guillermo y Malbanyat..
lqm. 🙏