Salu3,
La Pregunta Filosófica
Me la copié de Reddit pero básicament si perdiste a tu cónyuge en el chasquido de Thanos, pero 5 años después los Avengers la trajeron de vuelta, aunque tú ya te habías vuelto a casar, tenías 3 hijos y habías gastado el seguro de vida en un fallido negocio de food truck... ¿Volverías con tu antiguo cónyuge o te quedarías con tu nueva familia del chasquido de Thanos?
Good to Know
Recomendación de la Semana
Si te ofrecen $1 o $2 … escoge $2.
gegege mentira, florecita. Es solo un poco de humor negro para bromear. 😎
Mi recomendación es ver este playthrough de Outer Wilds de BeccaBytes.
Obviamente la sugerencia inicial es que juegues Outer Wilds porque es el mejor juego del mundo pero existe algo maravilloso en los playthroughs de los demás y es algo muy épico de poner de fondo mientras trabajas.
Outer Wilds es una experiencia que debido a la naturaleza del juego solo se puede vivir una vez pero en mi búsqueda de revivir ese sentimiento he podido hacerlo viendo a otros pasarlo y descubrir el mismo misterio que me obsesionó por varios días.
Ahora bie, si nunca has jugado Outer Wilds, deberías. Creo que es el mejor juego del mundo. Está bien si piensas que no es para ti, que no es lo tuyo, etc. Yo estaré en desacuerdo. La única manera que yo acepte que Outer Wilds no es para ti es porque estás en estado vegetal producto de un accidente de tránsito.
Video de la Semana
Este ensayo sobre el gore en los videojuegos.
Meme de la Semana
Terminally Online
La muerte de Chávez fue anunciada el 5 de marzo del 2013 bajo la especulación que ya había muerto el 31 de diciembre meses después de haber anunciado a Nicolás Maduro como sucesor. Él mismo informaría al país de la muerte del presidente rodeado de militares y jalabolas.
Yo casualmente me enteré de esta noticia en el difunto Bar Polaroid en el gótico rodeado de varios amigos luego de un día que casi terminábamos temprano después de jugar a pasarnos una pelota de fútbol americano en la playa, comer hamburguesas en lo que aquel entonces se llamaba Bacoa y de casualidad engrapamos con unas cervezas que se convirtieron en una borrachera en la seguridad de mi vida en Barcelona.
Al día siguiente iba a visitar a una amiga en Estocolmo y casi me pierdo el vuelo. En retrospectiva me lo debí haber perdido porque ni siquiera había hecho la maleta y era pleno invierno. Pasé un frío horrible. Gran ciudad, ojo. Desperté habiendo vomitado mi cuarto y arruinado el coleto del baño. Alonso me mentaría la madre durante meses porque cuando volvió de donde su novia la casa olía a mierda y tuvo que limpiarla. De verdad un compañero de piso envidiable. Te quiero mucho, amigo. Yo era un terrible compañero de piso. Hubo un día que me comí una Red Velvet que había dejado mi otro roomate, Chris, en la nevera. Llegué tarde de una cena del trabajo y me provocaba un dulcito. Agarré un pedacito pero en mi avaricia dije “mañana le compro otra” y me la comí toda, pero se me olvidó reponerla. Llegó el sábado y cuando Chris fue a la nevera se consiguió un plato vacío y con un dolor e indignación severo gritó “¿¿¿coño de la madre en serio te comiste mi torta, marico???” Yo estaba jugando Uncharted. Juegazo.
Volviendo al tema, celebramos esa muerte no porque dibujara un futuro mejor para Venezuela sino porque al menos existía una nueva oportunidad de cambio y era un mínimo de justicia que parecía inalcanzable de otra manera. Y porque definitivamente odiábamos a ese maldito coño de su madre que nos alejó de nuestras familias que fue el corazón y cerebro de la miseria del país.
No me arrepiento de haber sentido alegría porque el odio, al igual que el amor, solo se disfruta al ser compartido. El chavismo siempre ha sido mi gran enemigo. Un enemigo con el que no podía pelear porque existía más allá de lo físico. Destruyó mi universidad, me privó de ver crecer a mi hermana, jodió mi país y condicionó el futuro de todos mis seres queridos.
Sin embargo, desde hace ya varios años no comento nada durante los 5 de marzo. Muchos amigos suben fotomontajes de ellos enfrente del ataúd de Chávez en el Cuartel de la Montaña donde lo velaron por varios días y se celebró como el peregrinaje más pelabola que me puedo imaginar. Creo que lo que me pasa es que yo nunca esperé que Chávez se muriera tanto. De hecho, creo que se murió demasiado.
Los años oscuros de venezuela sin duda fueron esa década de los 10s donde abundaba la escasez, la gente comía de la basura y hubo un éxodo horrible. Todo bajo el imaginario de los ojos de Chávez, el estado vigilante.

Luego unos 6 años atrás algo cambió. No para bien, no para mal, pero Chávez como ✨concepto✨ comenzó a desaparecer y tener un lugar más mitológico que práctico. El país atravesó ese oscuro apagón y despertó como algo distinto. De él no queda una ideología, un plan de gobierno, citas, nada de esa naturaleza. Es un símbolo más igual que lo puede ser Alí Primera o un bumber sticker de la 92.9fm. Su legado es tétrico.
Y creo que conscientemente cometí el acto más cruel posible que jamás consideraría ese Cristian del 2013: lo perdoné. En 2019 una entrevista de Anderson Cooper a Stepehn Colbert le preguntaba sobre la muerte de su hermano a lo que Colbert respondió “What punishments of God are not gifts?” y de ahí mi vida cambió. Todo lo que tengo se lo debo al chavismo.
De yo no haber emigrado de Venezuela no hubiera podido vivir lo que he vivido, coincidir la gente con la que he coincidido y tener una empatía renovada por la humanidad. Seguiría pensando que Estados Unidos es el mejor país del mundo, que los británicos son todos James Bond y sería alguien muchísimo menos tolerante porque no habría tenido la oportunidad de conocer y compartir con gente de todo el mundo.
He escuchado a mis bandas favoritas, he apretado la mano de los mejores autores, me he ganado la vida, he ido a la playa, conocido la nieve, cuidado de mi familia y probado las mejores hamburguesas. Tuve la suerte y el privilegio de no convertirme en una víctima. Pero esas víctimas existen, y si he aprendido a perdonar a Chávez eso no significa que lo he olvidado y siempre haré campaña porque se haga justicia donde aún quede justicia por hacerse. Ahí es donde creo que hemos fracasado como nación: nos hemos olvidado.
Está el fenómeno del típico venezolano que no quiere incomodar a sus amigos progresistas con su miedo al socialismo y es capaz de esconder su propia experiencia de vida por caerle bien a una cuerda de marihuaneros desempleados. Esto se ha extendido a todos lados y el tone policing es tal que cualquiera que trae la más mínima comparación de cualquier muestra de autoritarismo con Chávez lo acusan de estar traumado, que “no es lo mismo” y que son “dos cosas diferentes” cuando uno ve el comportamiento de Trump o alguno de los subnormales de turno que tratan de mentir por un cargo. Se ha vuelto una especie de Reduction ad Hitlerum.
Toda esta gente que piensa así pueden ponerse a hacer cola para soplarme la paloma, de verdad.
El problema de Chávez va más allá de lo ideológico. Es un problema espiritual, social y representa la base de la opresión en un estado antidemocrático. Los venezolanos vivimos las consecuencias de la destrucción de las instituciones, el control sobre los medios de comunicación, y la represión policial, militar y civil. Vemos cómo los jubilados mueren de hambre, cómo se creó una lista de disidentes para humillarlos, exiliarlos y perseguirlos, mientras la guerrilla, el narcotráfico y los desastres naturales profundizan la crisis. Y la lista sigue. Sin embargo, parece que todo esto no se puede mencionar, aunque lo veamos repetirse ante nuestros ojos, porque “no es lo mismo”.
Es lo mismo. No estoy traumado (o al menos diagnosticado, lol), no me hierve la sangre, no hablo desde la boca del estómago pero es lo mismo. Sé que es una idea difícil de digerir para muchos venezolanos. Sé que si eres venezolano aceptar esto te hace sentir que el monstruo vive, que fuiste una víctima y que aún puedes volver a serlo. Parte de la magia de una estafa es que los que forman parte no es que no sepan que es una estafa, sino que creen que ellos no pueden ser estafados.
Sé que son cosas difíciles de aceptar pero si estás leyendo esto también significa que eres un superviviente y que aún con todo lo que te han lanzado aún sigues luchando. Atravesaste esa tormenta.
Debemos dejar el odio atrás, pero no podemos dejar atrás nuestra experiencia. Debemos perdonar, mas no olvidar. Yo no celebro el 5 de marzo, aunque sé muy bien lo que se murió ese día.
No quiero terminar este post en un tono super épico/dramático como si nuestra lucha fuera el centro del universo por lo que voy a dejar una anécodota que espero tenga algo de sentido y le dé un poco de perspectiva a todo. Esta foto estaba colgada en un restaurante indio cerca de mi primera casa en Barcelona por allá hace 12 años.
Cuando fuimos le pregunté al mesonero si me podía traer lo mismo que pidió Harrison Ford. Su respuesta fue: “¿quién?”
Una Bulla
Gracias por el apoyo a: Athenea, Carlos, Malbanyat, Ciro, Daniel, Daniel C., Daniel P., Elena, Elias, Fabian, Guillermo, Hugo, Ina, Isni, Jose, Jose Javier, Juan, Lino, Melecio, Nacho, Moi, Nei, Paolo, Ricardo y Rodrigo.
Buenarda entrada
Vamos a hacer una vaca los del Patreon para dejar en tu epitafio: "Todo lo que tuve se lo debo al chavismo." ;)
Echando vaina, pero tiene sentido. Tuve la suerte de migrar chamo en el 99, y crecer lejos de todo lo que paso. Pero comparto tu sentimiento. Si me hubiese quedado en Venezuela sería una persona completamente distinta con menos oportunidades. Imposible saber si seria más feliz o menos feliz, pero seguramente no estaría escribiendo esto relajado en la hamaca de mi casa un martes random a las 3 de la tarde.
Buen newsletter cómo siempre. Excelente servicio 9/10.