Salu3,
Volví al podcast para despedir a Ozzy Osbourne y hablar pajita un rato.
Pero lo más interesante es que decidí lanzar un canal de gameplays donde tendré un archivo jugando con mis panas por si un día me da un ictus queda ese recuerdo. Lo mejor es el nombre porque lo llamé Hammersplays.
Por ahora será mayormente Nightreign que es lo que más estoy jugando pero igual recomendaré joyas indies y vainas así. Agradecería los subs y los likes para darle un poquito de aire.
La Pregunta Filosófica
Hace un tiempo pregunté en qué porcentaje de batería decides cargar el teléfono y hoy tengo una pregunta más importante:
¿Cuánto tiempo crees que te queda de vida?
Good to Know
Por qué Barcelona es cuadriculada
Recomendación de la Semana
Compren un kit para abrir vainas electrónicas porque a veces están jodidas pero son fáciles de arreglar.
Existen videotutoriales de cómo abrir cualquier vaina.
Video de la Semana
Mediothor Hijo de un Oso (Hafthor Bjornsson) levantó 505kg.
505kg es burda y ningún humano lo había hecho antes, ni yo. La explicación de qué cambió es que se volvió a poner yuca lleno de testosterona, esteroides y… esto es importante: un traje para hacer deadlift.
Suena como una pendejada pero cualquier mejora al entrenar a ese nivel cuenta y poder mantener el torso firme al levantar media tonelada es crucial.
Meme de la Semana
Es viejo pero me dio risa otra vez.
Terminally Offline
He estado leyendo mucho Berkser últimamente, llevo años haciéndolo. Principalmente no he ido más rápido porque una parte de mi no quiere empezar los capítulos que no escribió el difunto Kentaro Miura no porque su amigo Kouji Mori no sepa lo que hace sino que había algo más allá en esas páginas.
No voy a recomendar Berserk sin primero decir que gran parte del contenido está fundamentado en violencia extrema, abuso sexual y los primeros capítulos fueron escritos por un Miura de 18 años que no había desarrollado sus habilidades.
De hecho, el primer capítulo nos presentan a Guts, un guerrero con una espada gigante, un brazo de metal y lo primero que hace es cogerse a un demonio para luego matarla. No es la historia más refinada salida de Japón.
Alguien que lea esos capítulos tal vez no se convence de entrompar las 10 mil páginas de manga que le faltan. Pero de hacerlo llegará a algunos de los páneles más hermosos del medio.
Y personajes de los que auténticamente te enamoras.
La 2da mejor manera de empezar con Berserk es el Golden Age Arc, un anime de 3 películas que fue remasterizado en formato serie por uno de sus aniversarios. Aún así sería rascar solo la superficie de esta historia de un hombre y su espadota de 100 kilos.
Estoy hablando mucha paja para finalmente explicar el punto de este post: Kentaro Miura trabajó 33 años en esta obra y su influencia solo puede ser comprendida cuando lees cualquiera de los más de 40 volúmenes que hay y conectar la multitud de referencias artísticas que hay en todos lados, los arquetipos y su aporte al dark fantasy. Es como si los primeros capítulos de Juego de Tronos de George Martin estuvieran mal escritos porque estaba empezando pero luego se convirtiera en lo que es hoy y más. Hay una textura muy humana que yo personalmente nunca he encontrado en otro lado y que el “final” sea igual de humano, Miura murió de forma inesperada hace un par de años y el cierre será con los vestigios de historia que logró contarle a su mejor amigo, me vuelve verga.
Salvando las distancias, a veces pienso si en este newsletter hay algo de eso. Creo que se nota cuando estoy molesto, triste y que a medida que pasa el tiempo de a ratos parece que sé lo que estoy haciendo. Muchísimos de mis amigos no es que no me leen, es que no saben que este espacio existe. Si me dieran BTC cada vez que alguien ridículamente cercano me dice “¿qué es Hammerspace?” tendría para jubilarme. Acepto que no soy muy bueno mercadeándome pero para llegar acá hace falta muy poca curiosidad si de verdad me conoces.
Esto no es algo que me haga sentir mal ni mucho menos. Hay mucha gente que me lee y sigue lo que escribo pero la inmensa mayoría mis amigos no ha comprado mi libro de cuentos, o alguna colección en la que salga un cuento mío, pero tampoco lo escribí para ellos, lo hice porque me nació. De hecho, las veces que obtengo menos feedback es cuando más ficción escribo y —modestia aparte— no creo que lo haga nada mal.
Existe mucha sinceridad que es imposible de reflejar en las redes sociales modernas porque hay muy poco subtexto y muchos rituales pendejos. No hay ni chismes reales. Pero a veces hay interacciones verdaderas. Hace ya varios años una amiga mía que se llama Maria Elena (síganla, es una artista increíble e inspiradora que igual no va a leer que le estoy jalando bola acá) me preguntó si estaba bien.
Y la verdad no es que había compartido este video:
Creo que simplemente yo no estaba teniendo un buen año pero la única forma que tenía para expresarlo era soltando memardos en Instagram. Me sentí afortunado que aún siendo irreverente dentro de esos rituales sociales alguien se me acercó a preguntarme cómo estaba a un nivel personal.
A lo que voy es que hay pocos espacios donde las cosas que hacemos permitan destilar todas estas emociones complejas y podamos producir momentos de alivio así sea porque estemos eufóricos, tristes o cansados. Hoy en día, para la mayoría de los humanos la inspiración casi nunca lleva a absolutamente nada.
No creo que todos los días Miura dibujaba al 100% pero estoy seguro había momentos que lo sobrepasaban porque podía hacer páginas como esta:
Y creo que es importante que todo el mundo tenga un espacio donde dejar un registro el día que tienes algo que decir. También creo que estos espacios no deberían ser solo individuales sino colectivos.
Hace un año a los venezolanos nos robaron las elecciones, el tipo de trauma con el que vivimos es muy bestia y la respuesta social ha sido en mi opinión verdaderamente contraproducente. Nadie está hablando de esto, a nadie le importa y no ha habido ni un luto por el semejante fracaso que siguió a semejante victoria.
Yo tengo muchas responsabilidades entre las cuales están cuidar a mi abuela, mantener a mi madre, pagarle la universidad a mi hermana, trabajar y llevar a más de 10 personas en distintos husos horarios, mantenerme cuerdo, y mi vida se resume entre esperar la siguiente emergencia médica, económica o tecnológica a mi alrededor. Hoy mi abuela se cayó y tuve la suerte de estar ahí para ayudar a levantarse y si bien no todos los días los llevo igual de bien siento que descanso cuando tengo que descansar, lloro si me dan ganas de llorar y acepto que me toca llevar mi espada de 100 kilos.
Pero la otra espada que no puedo levantar solo es la de la indiferencia y el cinismo frente a lo que nos tocó vivir. Quiero dejar registro que el día de hoy estoy hartísimo de ser venezolano y es precisamente porque no queremos aceptar sufrir lo que estamos atravesando. La mayor empatía que he recibido por toda la crisis que vivimos ya no la recibo de paisanos sino de gente de otros países. Prefiero hablar de política con un argentino, un ucraniano o un rumano que con alguien de Caracas. Es como que el imperativo moral es ignorar todo lo que estamos viviendo y no sufrirlo a flor de piel.
El tema es que yo sí quiero sentirme orgullosísimo de ser venezolano. Hace un año millones de personas salieron a votar por una segunda oportunidad, se pusieron de acuerdo y aún luego de más de 20 años con el güevo metido lograron al menos decirle al mundo que quieren comerse una mierda distinta. Eso me representa. No hay nada más humano y digno que luchar honestamente por una segunda oportunidad. Para poder sentir ese orgullo, hay que sentir todo el peso del dolor del infierno que se convirtió el país.
Yo no soy antropólogo, pero se está desenvolviendo un fenómeno muy trágico e interesante de memoria colectiva donde hay un rechazo muy fuerte al activismo. Las redes están llenas de abuso, indiferencia o directamente acoso a periodistas y artistas que se han tenido que refugiar en el exilio.
Estoy seguro que si Picaso fuera venezolano y pintara el Guernica, le dirían que se lo metiera por el culo. Y hoy tal vez soy lo más pesimista que nunca he sido pero siento que no vamos a tener nuestro Guernica no porque no haya nadie dispuesto a pintarlo sino que nadie está dispuesto a admirarlo. Siento que este trauma va a hacer metástasis y lo único que será aceptable dibujar será el silencio. Nos convertiremos en seres apáticos cuyo único mérito es creernos la langosta que escapó del barril aún cuando ya estemos cocinados por dentro. O como se dice en inglés: we're cooked.
Una Bulla
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Entiendo perfectamente lo que sientes sobre Venezuela, pero no estoy de acuerdo con todo. Y justamente porque me importa tanto como a ti, quiero responderte desde lo personal, desde la arrechera <3
No es verdad que a nadie le importe. Y tampoco es verdad que no ha habido luto. Lo que pasa es que admitir ese luto sería aceptar que todo está perdido. Yo, en lo personal, no estoy lista para eso. Creo que estamos como suspendidos en ese espacio entre el duelo y la acción, llenos de arrechera contenida, aguantando la respiración mientras decidimos si nos rendimos o si volvemos a salir a reconstruir el país que nos volvieron mierda. Y en ese espectro, hay gente que opta por quedarse en silencio, porque así es menos doloroso, y gente que lo que hace es caerse a piña con otra gente en redes sociales porque no saben cómo más lidiar con su propia frustración e inconformidad.
A mí todo esto me desborda. Porque si no fuera por este maldito gobierno, yo seguiría en mi país. Tendría a mis amigos cerca, a mi familia completa. Mis hijos crecerían con su prima. Y en cambio, todo, absolutamente todo, me lleva a la misma conclusión: que el chavismo es la peor desgracia que le ha pasado al mundo. Y me lleno de odio. No siempre es útil, no siempre es sano, pero es real.
Pero es esa misma arrechera la que me empuja a seguir. A hacer lo que esté en mi poder para joder a cuanto comunista pendejo se me atraviese, desde los que gobiernan hasta los que repiten panfletos desde un café en Europa. Una vez le lancé todos los bolívares que tenía en la cartera a un italiano comunista mamagüevo que decía que el control de cambio era un invento. Y no me arrepiento (ya esos bolívares no valen nada igual jajaja).
Yo no llamaría lo del año pasado un fracaso (o por lo menos todavía no). Lo que pasó fue una victoria colectiva en un terreno minado. Fue la dignidad tomando forma. Fue un país entero gritándole al mundo que quiere comerse una mierda distinta. Que no quiere más de esta pesadilla. Pero el camino de salida nunca iba a ser fácil. Es una subida bien empinada. Es como subir Cachimbo; se siente eterno, maltripeas todo el camino, te vas a preguntar mil veces por qué estás haciendo esta mierda, pero cuando llegues a la cima todo habrá valido la pena.
Aunque estemos cansados, disociados, rotos, tristes o llenos de odio, no estamos solos. No estamos cocinados por dentro. Estamos vivos, arrechos, y con ganas de reconstruir. Y eso, en un país como el nuestro, ya es una forma de resistencia.
Que bueno el meme de ibai jajsj. Also, de los panas que escalan sillas se podría decir que de divierten con poco, chico, ah