Antes de empezar, un par de cosas: la primera es que el título no es bait. La segunda es que categóricamente no me podría saber más a culo si te gusta la piña en la pizza. Como una persona liberal que soy creo firmemente que puedes reposar tus cojones en la pizza, comértela y estás en todo tu derecho.
Ahora bien, yo trabajo desde los 17 años. Cada trabajo y empresa han sido radicalmente diferentes pero todos comparten algo en común. En cada uno de esos lugares existía una especie de debate pendejo sobre si estaba bien ponerle o no ponerle piña a la pizza. Este debate se acentuaba cuando había italianos en el equipo, claramente en contra.
Yo estoy mamao’ de ese debate a un punto que ni siquiera reacciono al respecto. Lo ignoro por completo. No participo. Mi amigo Mel lo explicó con claridad,
Este debate es una mentira. Es una ilusión social. La gente abre esta discusión sabiendo que es irrelevante y una cuestión de gustos. Es meramente performativo, pero es este concepto reconfortante que dos grupos puedes estar en desacuerdo y seguir trabajando juntos y siendo amigos. 🥰🥰🥰
Es mentira. El centrismo es un lujo. Las únicas cosas que auténticamente me saben a culo es porque no me importan, y no me importan porque no me afectan. Pero hoy en día está muy de moda hablar horas y horas de temas borde que no tiene nada que ver con nuestra realidad mientras el sistema sanitario se cae a pedazos o tu ciudad se sumerge en fentanilo. La única razón por la que alguien podría no tener una opinión firme sobre los temas verdaderamente controversiales es que no has tenido al Estado a tu favor o en contra en momentos decisivos y aplicando políticas que transforman tu vida.
Y cuando digo centrismo no me refiero a ser racional. Me refiero a esta idea que el mundo está jodido porque la gente no se pone de acuerdo y que la posición “del centro” donde todo el mundo pierde siempre es la mejor cuando no lo es. Lamentablemente no se puede abortar a medias o medio invadir Irak o medio vender armas a Israel, porque como decía Ron Swanson “never half-ass two things, whole-ass one thing”. Existe la ilusión que muchos de estos debates se resolverían negociando, pero simplemente así no funciona casi ningún tema en base a estrategia electoral o regulaciones. Si vas a ir a la guerra vas a tener que ganar, si vas a permitir el aborto vas a tener que pedirle a doctores que los hagan, y si vas a venderle armas a Ucrania vas a ganarte la enemistad de los rusos así sean 1000 misiles o un millón. Estas preguntas fundamentales condicionan las decisiones de vida de millones.
La razón por la que mucha gente “centrista” termina siendo facha es porque le huyen al conflicto. Y la mayoría de las veces la falta de conflicto radica en apoyar el status quo. Si quieres que hayan cambios sociales lamentablemente hay que luchar por ellos y puedes terminar enfrentándote a organizaciones muy poderosas porque… ejem… están en el poder. El matrimonio igualitario no se aprobó porque alguien dijo “ay, ok, que se casen los maricos”. La idea se popularizó producto de décadas de activismo, legislaciones, elecciones y victorias del Magallanes (ehhh! LE O NES!!🦁🦁🦁)
No hubo guerras en nombre de los gays. No se bombardeó a nadie y ningún dictador anti-gay fue derrocado. Hubo una cantidad admirable de trabajo a lo largo de las décadas y poco a poco se fueron construyendo espacios civiles para ofrecer esos derechos a los que quisieran. Nadie se conformó con centro-casarse.
Si eres homofóbico, también hay ejemplos como cuando se decidió cerrar la capa de ozono o quitarle el plomo a la pintura. Nadie dijo “vamos a medio cerrar la capa” o vamos a “dejarle un poquito de plomo pa’ jodé”. Había que cerrar esa mierda y había que quitarle el plomo a la pintura.
No digo que no hay temas donde uno pueda disagree and commit pero los temas importantes no son tantos como para que esa visión sea una ideología válida sin ser un auténtico pendejo y desafinar por completo.
Uno de estos temas es el aborto. La mayoría de la gente está clara que abortar luego de los 8 meses ya es muy… pasao. La REALIDAD es que nadie lleva 8 meses de embarazo para abortar al final. Esta idea de mujeres estando preñadas por 8 meses para luego matar a su hijo es la excepción, no la norma. La mayoría de los abortos son de carácter médico por problemas con el bebé o muy temprano en el embarazo porque no quieren llevarlo a cabo. Hay centristas que piensan que el debate está en el número de meses. No es así. El debate radica que para una GRAN parte de la población la concepción empieza en el momento que tus huestes desembarcan en las nalgas de tu amada. Es así de sencillo. Esta idea que pudiéramos acordar en ofrecer aborto legal y libre hasta los 5 o 3 meses tal vez es salomónico pero no es lo que la mayoría de la gente quiere votar todavía. Y como candidato, si dices “la concepción empieza en el momento que me tiemblan las piernas antes de echar el lechazo” puede que eso te dé ventaja suficiente porque esa gente piensa que estás matando bebés y quieren defender bebés. No estoy defendiendo el aborto (al menos no en este párrafo) estoy explicando la inutilidad de las posiciones centristas en muchos de estos temas. A mucha gente le da igual si el aborto ocurre a los 8 meses o te pasas un trapo por el culo al terminar de coger. Tal vez con los años y nuevas generaciones con otras perspectivas y experiencias de vida eso cambie y sí se llegue a que el debate sea por el número de meses, pero los candidatos llegan a sus cargos diciendo “no voy a dejar a nadie que aborten así el chamo salga magallanero” (QUE VIVAN LOS LEONES DEL CARACAS SIUUU A RUGIR ⚾⚾⚾👑👑👑.
Adicionalmente, si tú quieres abortar, va a estar jodido convencerte. Tipo… es importante saber que alguien que tiene que sufrir la legislación no esté tan dispuesto como tú a dejar que le metan piña en la pizza o en el culo y seguir siendo amigos y trabajando juntos.
Este LARPing sobre la pizza es casi utópico. Obviamente te da igual si alguien le mete piña a su pizza o no. Solo participas en esta discusión de mentira porque es lo que se espera de los personality hires o es el único momento en el que puedes pelear con otros empleados sin que recursos humanos te mande un correo electrónico diciéndote que tendrás una reunión de 30 minutos para hablar de los próximos pasos.
Es en mi opinión el peor tipo de small talk porque la idea de sacar ese tema es precisamente acentuar que hay cosas en las que nunca estaremos de acuerdo pero es irónico porque literalmente así no opera una empresa. La razón por la que existe ese debate tan inocente es porque en el fondo sabemos que si tratáramos de airear un debate un poquito menos casual nos mataríamos.
No soy de hablar paja de los sitios donde trabajo o trabajé pero hubo uno que por algún motivo existía un grupo de Whatsapp con todos los empleados de la oficina de Barcelona y de vez en cuando salía este tema de la piña en la pizza. Eran docenas de mensajes de debate sobre este inocente ingrediente. Afortunadamente luego hubo un intento de sececión por parte del gobierno catalán y el grupo se fue a la mierda cuando la gente comenzó a debatir sobre política. Al parecer toda esa cordialidad y entendimiento que existía sobre toppings no existía sobre toppling the government.
Personalmente no tengo problema en tener discusiones cordiales sobre cosas importantes o irrelevantes. Mi único problema es, simplemente, perder el tiempo. Estoy claro que una pizza napolitana no le queda bien piña pero también hay alternativas que tratan de perseguir ese toque dulce, como ponerle miel o cebolla caramelizada.
¿Pediría una pizza con papas fritas y cheddar? No lo creo, pero prohibir su existencia es racista hacia el pueblo de Maracaibo.
No estoy diciendo que la pregunta ¿te gusta la piña en tu pizza? debería tener la misma intensidad que la pregunta ¿permitirías abortar a tu hija? o que solo me involucro en discusiones prácticas donde al final vamos a tener consenso. Mi punto es que la controversia ni siquiera es real y es como un tema en el que si llegas a salir con una opinión racional en plan “me da un poco igual, creo que tal vez me comería un par de pedazos” quedas como el que no quiere participar en la sesión de comedy improv.
Si alguien comienza a hablar sobre pizza con piña, mi recomendación es que golpees la mesa con el puño y preguntes:
“A la mierda la maldita pizza… ¡¿eres zionista o crees en la solución de los dos estados?! Responde”
Una Bulla
Gracias por el apoyo a: Carlos, Malbanyat, Ciro, Daniel, Daniel C., Daniel P., Elena, Elias, Fabian, Guillermo, Hugo, Isni, Jose, Jose Javier, Juan, Lino, Melecio, Moi, Nei, Paolo, Ricardo y Rodrigo.
Me mataron los saltos al béisbol jssjjadjkjajajsja maldita sea
“Al parecer toda esa cordialidad y entendimiento que existía sobre toppings no existía sobre toppling the government.”
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El centro es reaccionario y punk.
La gente que habla de piña en la pizza debería abortar menos y tener más hijos.