Todo el mundo sabe quién es Michael Jordan. Aún si nunca has visto un partido de basket puedes ver hacia dentro de esos ojos amarillos y decir “tú eres Michael Jordan, recuerdo ver el logo de tus zapatos mientras estaba siendo secuestrado en la parte de atrás de un Aveo y el malandro me decía que no subiera la cabeza o me iba a volver mierda la cara".
Hoy en día Jordan es más famoso por ser Jordan que por su habilidad de jugar basket porque lleva tiempo sin jugar profesionalmente otra cosa que no sea parley.
Ahora bien, ¿se imaginan que existiera un Michael Jordan que no se ha retirado y sigue consiguiendo anillos? Pues ese es Max Martin en el mundo de la música.
Era el año 1998 y en un viaje de verano a España una amiga mía tenía un CD de Britney Spears …Baby One More Time que en su momento me dio quesito por su portada y por su nombre.
Al ver el librito en busca de más fotos, conseguí que las mejores canciones estaban escritas por un carajo llamado Max Martin. Pasado el tiempo me toparía con un disco de los Backstreet Boys y de nuevo saldría ese nombre. Más adelante en un Making The Video en MTV de “It's Gonna Be Me” de NSYNC el gran Justin Timberlake hablaba de lo buena que era la canción que produjeron con —obviamente— Max Martin.
En esta época no había Internet. Si tenías una teoría, automáticamente era cierta y tenías que vivir con desinformación en tu cabeza. Yo lo único que sabía es que cada vez que una canción pop era un palo, este carajo estaba detrás.
Desde 1998, Martin ha escrito 25 Top 100 canciones Billboard, 6 de ellas debutaron de número 1. Lo cual no solo es un record impresionante, sino que también tiene la canción más streamed en la historia de Spotify que es Blinding Lights de ElFinde con 3.7 billones de plays.
Es imposible comparar este éxito al deporte porque no solo representa un dominio individual total por +25 años sino que cada vez parece conseguir más y más.
Max es el tipo de personalidad que encuentro fascinante. Es alguien extremadamente bueno y consistente en lo que hace que ha sabido posicionarse de tal forma que habita en la parte de la cancha donde no se recibe coñazos. Max no tiene que girar, no tiene que rumbear, no le jode envejecer y no está encerrado en el panopticon de los medios. Tampoco se tuvo que mudar a Arabia Saudita a producir cuando le hicieron una oferta que no podía rechazar porque no podía trabajar en Estados Unidos donde tenía un caso montado por violación.
Hay un clip de Rick Rubin donde echa el cuento de cómo System of a Down escribieron Chop Suey que narra la vibra de Rick. Un carajo que se sienta en el estudio con la banda correcta, los hace sentir cómodos y les facilita las cosas.
Si bien te puede convencer más o menos este tipo de presencia donde el carajo que le estás pagando dinero para ayudarte a escribir canciones te dice “agarra un libro random y ve si hay algo que rime” Max no parece ser así, y creo que el level up de la composición cuando los artistas trabajan con él es clarísimo. Bon Jovi era una banda de otra época que lucía así:
Con todo el respeto, parecían señoras.
La banda se renovó en el 2000 con su canción It's My life y un videoclip legendario.
Sin la canción de Max, la idea de un adolescente CORRIENDO para llegar a un concierto de Bon Jovi para otra cosa que no fuera buscar a su mamá era ridícula. El resto del disco es bueno, igual de bueno que siempre ha sido Bon Jovi, pero todo disco necesita un verdadero hit para vender. Similar a Aerosmith con “Walk This Way” que los sacó del fondo, y una segunda vez con “I Don't Want to Miss a Thing”, Bon Jovi tuvo una nueva década de frescura que lo dejará en la historia muy por encima de su competencia al ser de las pocas bandas glam rock que sobrevivió la escasez de laca. Aunque tal vez al día de hoy Jon está arrepentido porque cuando hay una boda y ponen una de sus canciones, una caraja que ni había nacido cuando escribió “Livin’ on a Prayer“ le dice que se pare a cantar así sea con las manos en los bolsillos.
Hay muchos directores y escritores que llevan décadas bateando 1000 en las grandes ligas. Fincher, Tarantino, Spielberg y Scorsese parecen ser más duros que el odio y tienen carreras para la historia, pero lo de Max incluso va más allá porque nadie sabe quién coño es este carajo. Si bien hay cola para trabajar con él, no hay cola para escucharlo, y Blinding Lights no la escribe cualquier güevón, lo cual me lleva al punto de este artículo.
Blinding Lights no fue un hit sorpresivo de The Weekend, fue el resultado de +25 años de experiencia de Max Martin al más alto nivel de la historia del pop. Es como ver a Jordan anotar un triple y decir “qué lechúo”. Tú solo viste un tiro, pero Jordan ha visto ese aro amarillo millones de veces bajo la presión del paso del tiempo, los rivales más hambrientos y atléticos que ha parido el planeta, un país en ruinas, racismo sistémico, deficiencia hepática y el llamado a llenarse la mano de anillos.
Ahora bien, ¿por qué Max Martin no es más famoso? Bueno, porque este es Max Martin…
Una Bulla
Gracias por el apoyo a: Juan, Daniel, Ricardo, Paolo, Jose, Elias, Carlos, Elena, malbanyat, Ro, Guillermo, Daniel, Isni y Luismi. lqm. 🙏
Qué buena historia, Cristian! No sabía de este pana.
Casi caí cuando vi a Boogie